Monday, January 14, 2013

Realismo Mágico en la Literatura Latinoamérica

Dos Pesos De Agua por Juan Bosch 



Realismo mágico se hace evidente en la literatura latinoamericana en el siglo XX. Desde entonces, se convierte en una característica propia de la literatura Latinoamérica. En cuanto a la definición, realismo mágico es un género que un autor combina elementos fantásticos y fabulosas con el mundo real, estableciendo un equilibrio entre una atmósfera mágica y la vida cotidiana, eliminando las fronteras entre lo real y lo irreal (Camayd-Freixas).

Hay varios famosos escritores latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Isabel Allende, Jorge Luis Borges y Carlos Fuentes Macías que utilizan realismo mágico en sus escritos. Estos autores utilizan elementos mágicos como acontecimientos reales, presentados de una manera directa que coloca la real y fantástico en la misma corriente de pensamiento.

Personalmente, después de leer “Dos Pesos de Agua”, tengo una aproximada percepción sobre la definición de Realismo Mágico como un método donde un escritor usa para llevar a vivir sus cuentos. Realismo mágico o la creencia en la superstición toma parte en la vida cotidiana de muchas culturas y religiones. Por eso, los autores toman lo que es básicamente presente en las culturas y costumbres de la gente y transformarlos a ser más interesante con rica descripciones que fascinan a los lectores. Lo diré una vez más que esto es sólo mi primera impresión. Todavía tengo más cuentos para leer y comprender mejor la verdadera definición y el uso de realismo mágico.

El primer encuentro de realismo mágico en el cuento Dos Pesos De Agua  es cuando Rosendo con su mujer y dos hijos deciden abandonar el pueblo. Él le dijo a Remigia que “este lugar le han hecho mal de ojo”. Por lo que entiendo, mal de ojo se considera una enfermedad donde una persona en una posición de poder se queda mirando a un niño pequeño, pueda afectarlo y que le impide prosperar. En otras palabras, Rosendo cree que este pueblo ha sido maldito. En respuesta al Rosendo, Remigia le dio dos monedas de cobre para comprar velas y encenderlas a las ánimas en su nombre. Este acto nos manifiesta la última fe de Remigia. Ella cree que encendiendo velas a las ánimas del purgatorio, traerá lluvias al pueblo. Esto contradice con nuestra comprensión científica sobre cómo el clima en un área particular se ve afectada por muchos factores, incluyendo la cantidad de precipitación y la dirección del viento.

El próximo encuentro de realismo mágico es cuando el nieto de Remigia está enfermo. Ella está muy decepcionada y por lo tanto, ella sale, grita y reza a las ánimas, pidiéndoles ayuda. No lo suficiente, ella con otras veinte mujeres caminan juntos alrededor del pueblo rezando y cantando. Ellas también encienden las velas, mirando a lo alto y clamando a San Isidro Labrador, pidiéndole a traer el agua y quitar el sol. Creen firmemente que hay un poder esplendoroso que los oiga.

El último encuentro del realismo mágico está al final del cuento donde las ánimas gritan enloquecidos, diciendo que habrá más agua porque Remigia ha encendido velas por el precio de dos de cobre. La cantidad de agua o lluvia debe ser igual a las velas que se ha encendido. Remigia por otro parte luchando para salvar su vida y la vida de su nieto de este inundación.

El comentario de mi maestra:

Muy buen comienzo, Neto. Si tienes tiempo, busca información sobre el autor de “Dos pesos de agua”, Juan Bosch. Este cuento es uno de los precursores del realismo mágico en la literatura hispanoamericana.

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